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La privacidad en Internet es el nivel de confidencialidad y seguridad de los datos personales publicados a través de Internet.
La privacidad es un derecho fundamental en las sociedades modernas. Y sin embargo, su historia es relativamente reciente: en 1981 se firmó 'Convenio para la protección de las personas con respecto al tratamiento automatizado de datos de carácter personal', un documento pionero en materia de protección de datos. Desde entonces la idea ha ido entrando paulatinamente en la mayoría de códigos civiles y legislación internacional, especialmente durante las últimas décadas.
Mercantilización de datos personales
Con las grandes redes sociales ha ido surgiendo una nueva amenaza. Un peligro que no proviene de las tradicionales amenazas a la privacidad, como la vigilancia extrajudicial del estado y las indiscreciones en medios de comunicación. De esta forma ya no se trata sólo de proteger la libertad o la dignidad de las personas, sino de controlar el uso comercial de los datos personales que las propias personas han aceptado ceder. Porque gran parte del modelo económico de Internet se ha basado en este principio: los servicios gratuitos ofrecidos por las plataformas (redes sociales en particular, pero también los motores de búsqueda o los servicios de mensajería) que en contrapartida están siendo usados para la elaboración de perfiles publicitarios.
Espionaje
Los medios de comunicación internacionales han ido revelando en los últimos años los detalles operativos de grandes sistemas de vigilancia puestos en prácticas por grandes gobiernos, en especial los de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA). Una vigilancia global que abarca todas las comunicaciones no encriptadas en Internet y que se extendía a ciudadanos estadounidenses, extranjeros y a grandes figuras. La mayoría de esa información sacada a luz procede de los documentos filtrados a la prensa por el excontratista de la NSA Edward Snowden y de algunas de las filtraciones realizadas vía Wikileaks.
Ciberamenazas
La naturaleza y la escala de las operaciones en grandes repositorios de datos personales, como redes sociales, con miles de millones de usuarios, hacen casi imposible eliminar totalmente las amenazas que pueden dejar expuesta toda esa información. En el caso de la brecha detectada el pasado mes de septiembre, que afectó a 50 millones de usuarios de Facebook, fue la implementación de una nueva función lo que permitió a los hackers conectarse en la sesión de millones de usuarios durante más de un año. Y un problema adicional en este sentido es que toda esa información personal no puede ser recuperada una vez se ha puesto en línea.
Conoce tu rastro digital.
Se puede averiguar de forma sencilla cuál es tu rastro digital escribiendo tu nombre en un motor de búsqueda. Además hay ciertos servicios en Internet que te pueden ayudar con esta tarea, por un precio. Busca en Google y haz una nota (o un marcador) allí donde aparezca tu nombre. A partir de ahí puedes contactar directamente a cada una de estas webs para pedirles que eliminen tus datos ejerciendo tus derechos legales. Normalmente una petición vía correo electrónico es suficiente. Como precaución adicional se puede pedir a los motores de búsqueda que eliminen los resultados de búsqueda.
Utiliza las opciones de control y gestiona de forma se responsable tus redes.
La mayoría de las plataformas, especialmente las redes sociales como Facebook, te permiten controlar quién puede ve los diferentes contenidos de tu perfil. Asegúrate de que las opciones marcadas corresponden a lo que quieres: en Facebook, por ejemplo, puedes elegir limitar el acceso a tus fotos sólo a las personas que están entre tus amigos.
Invierte en la protección de datos.
Aunque disponer de una gran cantidad de datos sobre los clientes ofrece múltiples oportunidades comerciales a las empresas, también implica una responsabilidad. El endurecimiento de la normativa de protección de datos y el creciente número de ciberataques requiere una infraestructura adecuada para asegurar la privacidad de estos. A la protección de datos sobre tus clientes se unen los de los propios empleados, por lo que una solución de seguridad profesional es recomendable cuando se gestiona información ajena.