Cualquier usuario que participe habitualmente en las redes sociales es consciente de que existen múltiples situaciones de violencia y acoso en línea.
Los estudios apuntan a que pertenecer a una minoría tiende a ser un factor agravante, especialmente cuando se trata de un colectivo en riesgo de exclusión.
En este contexto, los expertos señalan que en la última década está manifestándose una forma adicional de violencia relacionada con la tecnología: la violencia doméstica digital. Este término define a las situaciones en las que se utiliza la tecnología, como los mensajes de texto y las redes sociales, para intimidar, acosar o acechar a una pareja (actual o pasada).
Algunos ejemplos de esta situación son el control de con quién se puede comunicar la persona, la vigilancia constante a través de la monitorización de las redes sociales, de programas espía o de herramientas para compartir la ubicación y el robo de contraseñas.
¿Qué es la violencia doméstica digital?
Algunos ejemplos adicionales de cómo puede manifestarse la violencia doméstica digital:
- Controlar las cuentas en línea, ya sean de redes sociales o de otro tipo (como banca online)
- Enviar mensajes negativos, insultantes o amenazadores
- Cyberflashing o envío de imágenes explícitas no deseadas
- Exigir o presionar para que se envíen imágenes explícitas
- Publicar imágenes explícitas sin consentimiento
- Utilizar las cuentas en las redes sociales sin permiso
- Hacerse pasar por la víctima en redes sociales
- Menospreciar a la víctima por el contenido que publica
- Bloquear el acceso a los dispositivos
Según una encuesta realizada por la red social Communia entre más de 2.000 mujeres heterosexuales y personas LGBTQ+ del Reino Unido, el 29 % señaló haber tenido una pareja que controlaba o intentaba controlar sus interacciones en las redes sociales.
De ellas, una de cada nueve (11%) había tenido una pareja que llegó a tomar el control de sus interacciones sociales, mientras que el 18% tuvo una pareja que lo intentó sin conseguirlo.
Por otro lado, los datos apuntan a que la violencia doméstica digital afecta más a los jóvenes, ya que el 41% de los encuestados de entre 16 y 24 años declararon haber vivido casos en los que su pareja controla o intenta controlar sus interacciones digitales. Sólo un 8% de los encuestados mayores de 55 años declaró lo mismo.
Además, se trata de un problema que afecta notablemente a las personas LGBTQ+: el 61% señaló haber sufrido control o intento de control de sus interacciones digitales por parte de su pareja, por encima del 27% de los encuestados heterosexuales que declararon lo mismo.
Algunos consejos básicos para gestionar tu actividad en línea:
- Establece contraseñas seguras para tus cuentas y dispositivos y no las compartas
- Revisa la configuración de privacidad de tus cuentas en las redes sociales e infórmate sobre los ajustes que puedes establecer para tener mayor control
- Desactiva la función de compartir ubicación y ten cuidado al registrarte en nuevas plataformas (revisa las condiciones de privacidad)
- Tienes la opción de denunciar los mensajes violentos o vejatorios y solicitar que se eliminen de las plataformas y los buscadores (contactando a los administradores o a las autoridades).
Información sobre la violencia doméstica digital
Es importante que todas las personas sean conscientes de que la intimidad es un derecho. También lo es la desconexión, es decir apagar el teléfono y no revisar ni contestar los mensajes.
Además, es importante tener en cuenta que eres libre de interactuar con las personas que desees en las redes sociales.
Si necesitas más ayuda, contacta con una de las unidades especializadas de la policía. Puedes presentar tu denuncia directamente ante ellas: la Policía Nacional cuenta con la Brigada Central de Investigación Tecnológica y con la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM); la Guardia Civil con el Grupo de Delitos Telemáticos (GDT) y con Equipos de Mujer y Menor (EMUME). Allí podrás hablar con uno o varios de los profesionales formados que evaluarán tu caso y te aconsejarán los pasos a seguir.