La propiedad intelectual es, para muchas empresas, uno de los bienes más importantes en el mundo empresarial. Esta propiedad cubre todo desde planes de negocio y secretos industriales hasta trabajos creativos, patentes y software. Uno de los principales problemas a la hora de proteger la propiedad intelectual son los insiders. De hecho, según un estudio, hasta el 69% de las organizaciones han perdido datos o información cuando un empleado ha dejado la empresa..
El robo de la propiedad intelectual es algo que puede afectar a casi todo tipo de negocio, pero los sectores más afectados son la tecnología, la banca, el sector financiero y el sector químico. Entre las consecuencias de un robo de propiedad intelectual son la pérdida de patentes, favorecer la competencia y el daño a la reputación de la empresa. Por este motivo, proteger la ciberseguridad de cualquier empresa que maneja gran cantidad de propiedad intelectual es una necesidad muy urgente.
Además de estos daños, el robo de la propiedad intelectual tiene un coste muy alto para las empresas. El coste promedio del robo de la propiedad intelectual en una empresa es de 13,5 millones de dólares. Es más, esta propiedad no solo contiene datos propietarios de la empresa, sino que muchas veces contiene datos acerca de clientes o de partners. En este caso, además de las consecuencias ya mencionadas, pueden tener que enfrentarse a multas bajo las normativas de protección de datos, como el GDPR.
Caso de estudio: Valea AB
Valea ayuda a sus clientes a definir, defender y comercializar activos intangibles con el fin de generar el mayor retorno posible y convertir los asuntos relacionados con la propiedad intelectual en parte integral de la estrategia de negocio de la empresa.
Situación
Valea conoce y entiende perfectamente el valor comercial que pueden tener los activos intangibles para sus clientes. Estos activos requieren una protección sólida y proactiva contra los ataques de hacking y otros problemas potenciales que puedan amenazar a la ciberseguridad de la organización.
Evaluación
Para conseguir la mejor solución de ciberseguridad, Valea empezó a evaluar las diferentes alternativas que existían en el mercado. Cuando Valea evaluó a Panda Adaptive Defense, esta solución demostró ser el mejor complemento a su sistema actual, añadiendo la capa adicional de seguridad que requería la empresa para blindar sus activos.
El periodo de evaluación para Adaptive Defense dentro de Valea duró aproximadamente dos meses. En las palabras de Michael Nissmark, Responsable de IT de Valea, todo fue muy bien: “La implementación transcurrió sin problemas, complementando al resto de nuestras soluciones de seguridad y evitando ataques ya incluso en la fase de evaluación.”
Solución
Hoy, Panda Adaptive Defense monitoriza y controla todos los archivos y procesos que se ejecutan en Valea en tiempo real. Protege a la organización de todo tipo de ciberameanzas avanzadas, desde ataques de ransomware y ataques sin fichero, hasta ataques de día cero y troyanos. Ofrece una visibilidad completa de toda la actividad de la red, así como la posibilidad de realizar análisis forenses para descubrir el origen de incidentes.
Panda Adaptive Defense proporciona grandes beneficios a Valea; encaja perfectamente en el entorno de seguridad de la empresa. Jan Edberg, experto de Panda Security en Adaptive Defense, explica ““Panda Adaptive Defense ofrece un excelente servicio gestionado de seguridad que garantiza la protección de todas las máquinas mediante la monitorización y control del comportamiento de todos los procesos que se ejecutan en la red en tiempo real”.
A día de hoy, no hay ninguna otra solución basada en la nube que ofrezca el mismo servicio. Con Adaptive Defense, nuestros clientes disponen de una ventaja competitiva en lo que respecta a la seguridad.