ByteDance, la empresa matriz de TikTok, ha desarrollado una tecnología que permite a sus usuarios insertar su cara en vídeos protagonizados por otras personas. Se trata de una herramienta que utiliza un tipo de tecnología de deepfakes conocida como face swap, que la empresa ya ha puesto a punto pero que aún no ha sido publicada en la plataforma, según una información que ha revelado la web Techcrunch.
Esta nueva función, probada en secreto por TikTok y su aplicación gemela Douyin (disponible para el mercado chino) requiere que los usuarios hagan un escáner biométrico multiángulo de su rostro. Luego eligen entre una selección de vídeos a los que pueden añadir su cara y compartirlos. El escáner cumple además una función de verificación de identidad, para asegurarse de que se está enviando la cara del propio usuario y no pueden utilizarse rostros de terceras personas sin su consentimiento. Por eso la aplicación pedirá que el utilizador parpadee, asienta y mueva la boca, todo ello con niveles de iluminación adecuados. Este proceso también es importante para la posterior manipulación de los rasgos, necesaria para expresar diferentes emociones.
Después se puede elegir entre todos los vídeos sobre los que ByteDance tiene derechos de uso para reemplazar la cara de quien esté en el clip con la del usuario. Éste podrá luego compartir o descargar el vídeo del deepfake, aunque las imágenes incluirán siempre un logotipo que ayudará a distinguir el contenido como no real. Según las informaciones obtenidas por Techcrunch la función sólo estará disponible para mayores de 18.
Las consecuencias de la publicación y generalización de esta tecnología son difíciles de anticipar. Por un lado, podría crear un entorno más controlado en el que poner a prueba esta tecnología, con una selección de vídeos que serían utilizados de forma lúdica, limitando su potencial para la desinformación. Esta visión también defiende que podría aumentar la sensibilización del público sobre la existencia de la nueva tecnología, para que más personas sean conscientes de que no deben creer todo lo que ven en línea.
Inquietud por la privacidad
Aunque no se haya lanzado oficialmente ni en China ni en ningún otro mercado, la característica ya es completamente funcional, lo que demuestra la voluntad de la empresa de incorporar los deepfakes a pesar de todos los problemas previos que protagonizado en materia de control y utilización de datos de los usuarios. De hecho, una de las primeras objeciones que plantearía la introducción de esta nueva función tiene que ver con la privacidad: ByteDance quedaría en posesión de datos biométricos de sus usuarios, similares a lo que se utiliza para configurar Face ID en los iPhones.
Cabe recordar que TikTok ya ha sido prohibido por el departamento de Defensa de los Estados Unidos por dudas relacionadas sobre la protección de información, y que la adquisición de Musical.ly por parte de ByteDance está siendo investigada por el Comité de Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos. En este sentido los temores a los efectos del deepfake podrían aumentar aún más el escrutinio sobre esta empresa.
En cualquier caso, varias tecnológicas han tratado recientemente de construir versiones recreativas de los deepfakes. La aplicación Snapchat ofreció durante años una opción de FaceSwap más rudimentaria que cambiaba los rostros de dos personas, o que reemplazaba uno en la cámara con imágenes de fotos tomadas por el usuario. Morphin te permite superponer una representación computarizada de tu cara en actores para GIFs y hay otras aplicaciones independientes que también hacen eso, como Face Swap Live. Pero, de momento, los resultados de estas aplicaciones están creados para ser más bien aproximativos, y no tratan de parecer realista.