Durante la pandemia, en especial en la época de la cuarentena, diversas apps y plataformas experimentaron un auge en términos de audiencia y facturación. Fue el caso de OnlyFans, una plataforma que, aunque su supuesto uso sea el de la publicación de contenido de cualquier tipo a cambio de una colaboración económica, en la realidad se traduce en la solución de miles de jóvenes que venden imágenes y vídeos de contenido sexual a cambio de dinero.
“Es un tema muy delicado. Parte del meollo del asunto está en que es una red social hecha para que influencers y celebridades vendan contenidos exclusivos a sus fans, pero aunque esto ocurre, la picaresca humana la ha convertido en el entorno ideal para que los jóvenes ganen dinero convirtiéndose en actores y actrices porno digitales”, señala Hervé Lambert Global Consumer Operations Manager de Panda Security.
¿De dónde viene la polémica sobre Only Fans y cuáles son los ciberriesgos de esta red social?
El modelo de negocio es simple: un espacio donde los creadores suben los contenidos y los ofertan de manera exclusiva a su comunidad de fans a cambio de una cuota mensual o suscripción que el propio creador establece.
La condición sine qua non es la de ser mayor de 18 años de edad, “una realidad que no se cumple como en muchas otras redes sociales”, prosigue Lambert. Registrarse en la plataforma es tan sencillo como crear una cuenta y verificar el perfil subiendo un selfie con el que la plataforma verificará la identidad del usuario. “Se trata de una medida de seguridad cuestionable, porque a través de una fotografía ligeramente modificada con Photoshop podemos hacernos pasar por cualquier persona y de cualquier edad”, asegura el experto.
Uno de los límites más confusos en esta plataforma es el tipo de contenido que en ella impera. “La mayoría de la población más joven la utilliza casi en exclusiva como una manera de hacer dinero a cambio de exponer imágenes propias sexualizadas”, comenta Lambert, sobre las diferentes polémicas que han salpicado acerca de la reputación de la app porque ser considerada como una nueva puerta a la pornografía y propstitución digital.
La regulación del contenido de OnlyFans y la protección de consumidores y creadores es laxa y presenta vacíos legales. Una investigación de la BBC señalaba que una de cada tres usuarios no era mayor de edad. Eso sumado al riesgo de subir todo tipo de contenido, no solo propio, sino inclusive de terceros, hace que se convierta en un escenario idílico para que cibercriminales consigan material para extorsionar a sus víctimas. “Pueden subirse vídeos de personas teniendo sexo en público, sin su conocimiento. Y, los fans de ciertos canales pueden llegar a pedir sexo a cambio de dinero. Solo hay que fijarse en como jóvenes que rondan la mayoría de edad se pueden permitir tener coches con un valor de 200.000$”, señala el ciberexperto de Panda Security.
Las contrapartidas por tener un perfil en OnlyFans si no existe una buena educación en su uso son numerosas. Al subir vídeos personales e íntimos les damos pistas de dónde vivimos, la ropa que usamos, y un sinfín de detalles más a personas que podrían usar en contra de la víctima potencial. “Cuando se trata de jóvenes y menores es muy difícil controlar estas situaciones porque el sentimiento de culpa y el miedo en muchas ocasiones les impide pedir ayuda a sus padres, tutores o las autoridades”, finaliza Lambert.
Cómo hacer un buen uso de OnlyFans: qué no debes hacer
“Como con cualquier app o plataforma el mejor uso es apelar al sentido común y a una utilización que conlleve respeto”, puntualiza el ciberexperto de Panda Security, “pero, aun así, hay muchos matices que se nos pueden escapar, por lo que la mejor arma será estar prevenidos lo máximo posible en cuestión de ciberseguridad”.
- No compartir vídeos ni fotos con ninguna carga erótica ni sexual. Ganar dinero fácil es una mala idea. Hay una finísima línea entre la prostitución y la venta de imágenes propias a usuarios de pago.
- Al subir imágenes personales estás dando mucha información sin saberlo: un depravado podría descubrir dónde vives o dónde estudias por lo que se a través de tu a ventana o por la decoración de tu habitación.
- Tus vídeos o fotos podrían hacerse virales en otros entornos como Whatsapp o Twitter. Si subes imágenes de contenido erótico a Internet, tienes muchas papeletas que alguien grabe el contenido “privado” y lo difunda Internet para hundirte la vida o chantajearte.
- No acudas a una red social a buscar pornografía. El mundo del porno suele explotar a las personas y las convierte en meros productos. En muchas ocasiones la persona que está al otro lado de la pantalla vive o vivirá grandes dramas personales.
- Cualquiera de las personas que está en Only Fans podría ser tu hija o tu hermano. Es algo que puede estar pasando en tu propia casa sin que te des cuenta. “Es importantísimo que los padres tengan control total de lo que hacen sus hijos menores de edad con el móvil. Por eso, la educación a los hijos en el uso responsable de las tecnologías es imprescindible”, destaca Hervé Lambert
- No dar datos personales que no exija la propia aplicación y desconfiar de los perfiles que ofrezcan contenido exclusivo, a bajo precio o gratuito.
- Comprobar detalladamente la veracidad del perfil. Puede servir de ayuda buscar la cuenta antes de suscribirse y siempre desde la propia web oficial de la plataforma para no caer en clonaciones de páginas web.
- Si se va a realizar alguna suscripción o pago, es conveniente cerciorarse de que esa transacción se realiza a través de un proceso seguro y legítimo. Reparar en la URL cuente con todos los iconos y protocolos de seguridad y que el proceso se haga dentro de la entidad bancaria.
- En el peor de los casos si has sido víctima de un ciberdelito, denuncia a las Administraciones y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo sucedido. También se puede interponer una denuncia en las propias redes sociales, para que sean conscientes del entorno y cuentas que utiliza el cibercriminal para perpetrar su delito.
Tipos de estafas a través de Only Fans
Además, las ciberestafas pueden llevarse a cabo tanto por parte del creador del contenido como del usuario:
- Enlaces falsos A través de redes sociales como Twitter o Instagram, los ciberdelincuentes mandan mensajes directos ofreciendo a la víctima en cuestión visitar su perfil de Only Fans para ofrecer contenido exclusivo y gratuito. Sin embargo, pueden ser enlaces con algún tipo de malware que, al pinchar, se descargan e inhabilitan o infectan todo el sistema informático.
- Como creador pueden robarte tu cuenta de Only Fans y manipular su contenido. De la misma manera que en el punto anterior, al pinchar en el enlace, este redirige a una página falsa que simula ser el inicio de sesión de Only Fans para robarte la contraseña y los datos de tu cuenta. Es especialmente sensible porque podrían robar las fotografías y vídeos y filtrarlas a su antojo.
- Robo de datos bancarios a través de la suplantación de identidad en Instagram y Only Fans. En este caso los cibercriminales crean un perfil falso en la red social de Meta y suben fotos y videos de mujeres, en la biografía del perfil ponen un enlace a su cuenta falsa de Only Fans para pedir una aportación monetaria a cambio de contenido inexistente. Es una estafa con múltiples víctimas, no solo a las personas que les roban su dinero, sino también a aquella a la que le roban la identidad y utilizan de cebo para la estafa financiera.
“Hay que tener en cuenta que este tipo de estafas, casi siempre, perjudican a muchos individuos, pero en especial a mujeres jóvenes. Puesto que son ellas a las que se les expone su imagen física para sexualizarla sin ningún tipo de consentimiento. Esto socava el derecho al honor, a la intimidad personal y a la propia imagen de la víctima”, enfatiza Lambert.
- Mensajes falsos de supuestos representantes de servicios de Only Fans. Los cibercriminales suplantan la identidad de algún empleado de la plataforma para ponerse en contacto con el cliente y pedirle datos personales o bancarios que debe cumplimentar de cada a su pertenencia o suscripción. Suelen hacerlo a través de correos electrónicos maliciosos, y en menor medida por llamada, vishing.