En muchas ocasiones, la precaución y el sentido común son la primera línea de defensa ante las amenazas, mientras navegamos por Internet. Los usuarios cada vez se sienten más seguros en el mundo digital, pero lo cierto es que muchos tipos de Malware siguen confiando en el engaño y la manipulación del internauta para conseguir sus fines. De acuerdo con un informe de Microsoft, 16 millones de hogares han experimentado un problema grave de virus en los últimos dos años, con un coste estimado en un total de 4.550 millones de dólares. Así que mantenerse alerta sigue siendo fundamental, así como aplicar algunos hábitos de navegación segura.
Cómo aplicar hábitos de navegación segura
1. Nunca inicies sesión en equipos compartidos.
Los ordenadores públicos son más propensos a tener malware en forma de keylogger, programas que pueden memorizar las pulsaciones del teclado y enviar así las contraseñas a sus responsables. Los expertos también instan a los usuarios a que verifiquen la configuración de seguridad de sus cuentas, donde pueden comprobar los lugares y dispositivos en los que han iniciado sesión y utilizar una segunda capa de protección a través del proceso de verificación de dos pasos.
2. Dedica tiempo a poner a punto la seguridad de tu equipo.
Ten preparado tu dispositivo antes de lanzarte a navegar: antivirus actualizado, cortafuegos activados y aplicaciones y sistemas operativos en su última versión. Procura usar sólo webs con conexiones seguras (las que empiezan con ‘HTTPS‘) y no rellenes ningún formulario de páginas que no conozcas; da sólo la información que consideres necesaria. De forma adicional, puedes utilizar Google Safe Browsing, que escanea regularmente todos los sitios en la web y abre cada sitio en su propio espacio de cuarentena.
3. Utiliza una conexión VPN.
Canalizar tu tráfico web a través de una red VPN hace que el tráfico que sale de tu dispositivo esté cifrado, creando un túnel entre tu equipo y el servidor y haciendo que navegues de forma anónima incluso para tu proveedor de servicios de Internet. Así evitas que observadores indiscretos sigan toda la actividad que realizas en la Red.
4. No te conectes a redes WiFi desconocidas.
Es muy práctico conectarse a redes en cafeterías, centros comerciales u hoteles, especialmente en vacaciones, pero ten en cuenta que suelen no ser muy seguras. Los paquetes de datos transmitidos a través de conexiones públicas pueden ser fácilmente interceptados por hackers. En caso de necesidad, busca redes WiFi de establecimientos de garantías, con la contraseña que te faciliten. En muchas ocasiones, los hackers crean puntos de acceso que imitan nombres oficiales para engañar a los usuarios ocasionales.
5. Gestiona tus contraseñas.
No es aconsejable permitir que queden almacenadas en los navegadores, aunque sea más cómodo; lo mejor es que las introduzcas cada vez que quieras acceder a algún sitio. Con un gestor de contraseñas sólo tienes que recordar una contraseña maestra y la propia herramienta recuerda los datos de acceso a cada servicio. Además, al no tener que memorizar diferentes claves, se pueden establecer passwords más complejos y diferentes para cada servicio.
6. Educa al resto de usuarios de tu red.
Contar con la información adecuada es fundamental, especialmente para los menores, que se acercan a Internet a edades cada vez más tempranas. Para los nativos digitales la red es un ambiente que conocen desde la infancia, pero eso no significa que estén exentos de mantener las precauciones. De nada sirve que un usuario siga escrupulosamente las medidas de seguridad si alguien que utiliza el mismo equipo permite que aparezcan vulnerabilidades.