A partir de este lunes los centros educativos de todas las comunidades autónomas permanecerán cerrados, siguiendo las recomendaciones del Gobierno. Más de 8 millones de alumnos de primaria y secundaria y 1,5 millones de universitarios se verán afectados por una medida sin precedentes en la democracia. La decisión, tomada para frenar la expansión de la epidemia del coronavirus, supone un desafío que pondrá a prueba el uso de las TIC en el sistema educativo nacional
Cuestiones como la reorganización y aplicación de temarios quedan en manos de cada comunidad autónoma; aunque el Gobierno ha trasladado la consigna de “fomentar la formación a distancia y vía ‘online’ para que los estudiantes puedan continuar con el curso escolar lejos de las aulas”. Asimismo, desde el ministerio de Educación se ha adelantado que las autonomías podrán “adaptar los calendarios de acceso y de matrícula universitaria” ante esta situación excepcional, lo que significa un probable aplazamiento de las pruebas de selectividad, aunque habrá que esperar unos días antes de que se tome una decisión definitiva en este sentido.
Al tratarse de una situación completamente nueva es difícil anticipar cuales serán las consecuencias y en qué medida el sistema español podrá adaptarse a las clases no presenciales. Aunque algunos indicadores llaman al optimismo: según los datos del DESI 2019 (Índice de Economía y Sociedad Digital), España está por encima de la media comunitaria en todos los indicadores claves de la digitalización. Además, el año pasado España fue el quinto país del mundo en cursos masivos online (MOOC), según un estudio del OBS Business School.
¿Pero qué significa e-learning en 2020?
Aunque se habla mucho de aprendizaje en línea o e-learning, mucha gente aún identifica este concepto con enseñanza a distancia que se lee en el ordenador. Pero en realidad se trata de una realidad más compleja que se basa en tres conceptos clave: interactividad, adaptación a las necesidades del estudiante y modularidad en la organización.
Una característica clave de los programas de aprendizaje electrónico es el uso de una plataforma de aprendizaje en línea, llamada sistema de gestión del aprendizaje (LMS). Se trata del software específico encargado de administrar, distribuir y controlar las actividades. En este sentido, los centros educativos que ya disponen de LMS contarán con una importante ventaja inicial para ordenar sus contenidos.
Por ejemplo Google, que dispone de varias herramientas educativas en su servicio G Suite ha desbloqueado recientemente algunas funciones avanzadas de Hangouts para ayudar a las escuelas a gestionar la educación a distancia durante la emergencia. Además dispone de otra función, Google Classroom, concebida para el aprendizaje semipresencial.
Seguridad durante en aprendizaje electrónico
Las plataformas y programas educativos online son relativamente nuevos y, hasta ahora, sus desarrolladores se han centrado en su usabilidad, por encima de la ciberseguridad. Sin embargo, a partir de ahora será necesario tener en cuenta que emergencias como la provocada por el coronavirus atraen a los cibercriminales. La Guardia Civil ya ha alertado de un ataque de phishing a través de WhatsApp suplantando al ministerio de Sanidad con falsas recomendaciones; incluye un enlace que redirige a una web en la que supuestamente se venden mascarillas, para robar información de los usuarios.
Además, los sistemas de aprendizaje electrónico pueden encontrar otros problemas de seguridad, los más habituales son:
- Ataques de software (malware)
- Fallos técnicos (sobrecarga de la red)
- Errores humanos
- Vandalismo informático
- Robo de datos, suplantación de identidad y violaciones de la privacidad
Afrontar el e-learning
Para funcionar correctamente esta situación inédita requerirá voluntad por parte de todos los actores implicados: docentes, padres, administración y alumnos. La comunicación fluida a través de los canales escogidos será clave, lo que también implicará buscar alternativas para garantizar el acceso a todo el alumnado. Para asegurar el funcionamiento es recomendable:
- Herramientas de seguridad y software antivirus para proteger los equipos
- Establecer pautas y hábitos de uso
- Preparar a profesores y estudiantes para el uso de las tecnologías de aprendizaje electrónico y los cambios de mentalidad que requieren los nuevos métodos de aprendizaje
- Supervisión y acompañamiento a los alumnos que lo necesiten
4 comments
Hola, soy alumna de FP en modalidad e-learning desde el 2016 en Castilla La Mancha, año tras año, tanto mis compañeros como yo, hemos ido observando atónitos como se ha ido deteriorando esta modalidad de enseñanza.
Hemos llegado a un punto en el que ni los profesores son los adecuados para la modalidad, no solo no atienden nuestras peticiones o preguntas, sino que además, un profesor nos ha comentado, literalmente, que su prioridad es defender su puesto de trabajo físico, de modo que ni se facilitan contenidos adicionales o explicativos ni nada que se le parezca, ya que según su versión, se han dado casos en los que han sido despedidos y sustituidos por videos y contenidos formativos online, en algunos centros privados y temen lo mismo próximamente en centros públicos.
De modo que si antes para preparte un tema necesitabas varios días de investigación, ahora tardamos 15 días en desarrollar una tarea, porque intencionadamente, ni se ajustan a los temarios ni al plan de estudios estipulado por la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, alengando que el título es el mismo que el de los estudiantes de presencial y se nos debe exigir lo mismo.
Por este motivo ni los contenidos ( sin actualizar desde el 2012), ni las actitudes de los docentes acompañan a una modalidad de estudios, especialmente dura, porque la mayoría somos personas adultas con trabajo, u obligaciones de todo tipo que nos impide tener unos horarios lectivos comunes, limitaciones y otros aspectos, respecto a los cuales, tampoco existe, por parte del profesorado, empatía alguna.
El e-learning es muy importante en el campo de la educación por ahora. Más aún durante la actual pandemia, el aprendizaje electrónico será muy útil. Esta pandemia nos ha hecho centrarnos más en las opciones que podemos utilizar durante el aprendizaje en línea. Y la esperanza es que pueda aplicarse en el próximo futuro.
Cuestiones como la reorganización y aplicación de temarios quedan en manos de cada comunidad autónoma; aunque el Gobierno ha trasladado la consigna de “fomentar la formación a distancia y vía ‘online’ para que los estudiantes puedan continuar con el curso escolar lejos de las aulas”. Asimismo, desde el ministerio de Educación se ha adelantado que las autonomías podrán “adaptar los calendarios de acceso y de matrícula universitaria” ante esta situación excepcional, lo que significa un probable aplazamiento de las pruebas de selectividad, aunque habrá que esperar unos días antes de que se tome una decisión definitiva en este sentido.
Pues curiosamente, lo peor que estamos teniendo en Castilla-La Mancha es que los servidores de la Junta no estaban pensados para tanta gente a la vez trabajando, y está siendo un suplicio si lo quieres hacer siguiendo los cauces oficiales.
Lo cual me lleva a la siguiente cuestión: que los temarios se cuelgan, el alumno los lee y luego tiene que hacer prácticas (en los módulos de e-learning suele haber muy pocos ejercicios, sin complejidad incremental, y casi siempre evaluables). Con los años he descubierto que es muchísimo mejor evaluar menos, pero que hagan muchos más ejercicios, solo por el placer de aprender. El problema aquí radica en que los alumnos no suelen hacer los ejercicios sencillos, y cuando llegan al difícil y al que tiene nota, no saben qué hacer. Mi solución en clase: corrijo un par de ellos en clase, sin poner mala cara si no los han hecho, pero diciendo que sean conscientes que si no los hacen no van a poder superar el difícil. Y parece ser que me funciona.
Ahora el reto está en hacerlo online. ¿Cómo lo estoy planteando? Pues la plataforma oficial no deja hacer clases virtuales, así que mi solución es con Google Meet. Ahí además socializamos, que también es importante, hacemos un repaso de lo visto hasta el momento, corregimos ejercicios y se plantean otras cuestiones nuevas, mandando así nuevos ejercicios. Es decir: dando tiempo a asimilar los contenidos y a interiorizar realmente las herramientas aprendidas.
Con todo esto evito los problemas principales de la educación online: dejar todo para el final, y que es muy árido verse solo ante un temario.
Ahora, además, tenemos el problema que las redes soportan perfectamente la avalancha de datos (¡gracias, telecos y fibra óptica!). Lo que no lo están haciendo son los servidores oficiales, que no dan abasto