Publicado por Javier Guerrero, 16 de junio de 2010
Cuando escribo sobre malware y sobre lo necesaria que es la concienciación, por parte del usuario final, de los peligros del mismo, es habitual que reciba comentarios del tipo “instala una distribución de Linux y olvídate de los virus” o “pásate a Mac, donde no hay malware”. En este artículo me gustaría comentar esta cuestión, ya que, si bien estas afirmaciones tienen su fundamento, también es cierto que la cosa no es tan sencilla.
No es cierto, ni mucho menos, que para Linux o Mac no exista malware, pero sí es cierto que la cantidad del mismo es ínfima si la comparamos con el número de amenazas que tienen a Windows como objetivo principal. Y existen diversos motivos para que el sistema de Microsoft sea el más atacado.
En primer lugar, Windows es, con una abrumadora diferencia, el sistema operativo de escritorio más usado en todo el mundo. La siguiente pantalla, obtenida recientemente mediante la web de NetMarketShare, muestra las estadísticas globales de cuota de mercado de los distintos sistemas operativos:
Como puede apreciarse, la cuota de mercado de Windows llega a extremos absolutamente abrumadores, y muestra una diferencia brutal (un 91,58%) con el segundo sistema más usado (un 5,33%), que curiosamente no es Linux, sino Mac OS. Este último dato llama poderosamente la atención: Linux, a pesar de los numerosos esfuerzos por parte de empresas, administraciones y usuarios, únicamente cuenta con un exiguo 1% de cuota de mercado.
Resulta evidente, por tanto, que para los creadores de malware la plataforma Windows es la más atractiva, por una mera cuestión matemática: es en ella donde está el grueso de usuarios/víctimas de sus creaciones. Evidentemente, en el momento en que una plataforma alcance una notoria cuota de mercado, será inevitable que empiece a llamar la atención de los creadores de malware.
Otro motivo para que Windows sea un objetivo claro es que, aunque hace ya algún tiempo que los de Redmond llevan tomándose muy en serio el tema de la seguridad, no es menos cierto que históricamente no ha sido una gran prioridad para ellos, especialmente si hablamos de aquellos lejanos DOS, Windows 9x, etc. Posteriormente lanzaron la plataforma NT (los primeros Windows NT 3.5 y NT 4) diseñada teniendo en mente, entre otros objetivos, la seguridad y la estabilidad, pero paradójicamente el éxito de sus anteriores sistemas les obligó a “relajar” algunos aspectos relacionados con la seguridad, para hacer más amigable su uso a todo tipo de usuarios, evitando así desanimar a aquellos menos familiarizados con el tema.
En cuanto a la migración de los usuarios de Windows hacia otras plataformas, se trata de una cuestión complicada. Hay un grandísimo número de usuarios que no tienen perfil técnico, y que están acostumbrados a manejar una serie de herramientas en una plataforma que conocen y en la que se sienten cómodos. La mayoría ven más fácil o cómodo el tener siempre presente la amenaza del malware y habituarse a usar lo que al final es, sencillamente, una herramienta más (en forma de software de seguridad), antes que plantearse el cambio a un sistema desconocido.
Además, la propia cuota de mercado de Windows ejerce un efecto de inercia, que lleva a los usuarios a hacerse la siguiente pregunta: “¿para qué voy a instalarme y aprender otro sistema operativo, si a donde quiera que vaya voy a encontrarme un Windows”?
Y por último, otro motivo que ayuda mucho a que Windows siga siendo el más usado, es que suele estar preinstalado en la mayoría de los ordenadores que se compran, lo que (todo hay que decirlo) le da una importante ventaja frente a otros sistemas.
Para finalizar, me gustaría volver al comienzo de este artículo y aportar una reflexión: puesto que la misión de Panda Security es proteger y concienciar, no sería lógico ni coherente que ignorásemos las amenazas sufridas por el sistema que es a día de hoy, guste o no guste, la plataforma de uso mayoritario a nivel mundial, ¿verdad? : -)
Javier Guerrero Díaz
Dpto. Desarrollo – I+D
Panda Security