El cine y la ciencia ficción nos han hecho creer que la Inteligencia Artificial será la causante del fin del mundo. Pero, nada más lejos de la realidad. Si no fuera por ella, estaríamos totalmente expuestos a los ciberataques de grupos organizados de hackers que cuentan con tecnología tan puntera que sólo la Inteligencia Artificial y el Machine Learning son capaces de identificar.
De hecho, la Inteligencia artificial y el Machine Learning nos permiten progresar continuamente en el ámbito de la ciberseguridad y anticiparnos a las amenazas antes de que ataquen nuestros equipos.
Por desgracia ya estamos totalmente acostumbrados a titulares del estilo “Arrecian los ataques de phishing suplantando a nuestro banco”o “Un nuevo malware se propaga bajo la apariencia de la nueva versión de Windows 11”. Las amenazas a las que estamos expuestos son tantas que cada vez es más difícil para nosotros localizarlas. En concreto, Panda Security localiza decenas de miles de nuevos virus cada día y los añade a su base de datos.
Para hacernos una idea del importante papel de la Inteligencia Artificial en nuestra seguridad, el 54% de los ciberataques compromete seriamente los sistemas de las empresas en cuestión de horas y, sin embargo, el 31% pasa desapercibido durante al menos un año. En este contexto, la Inteligencia Artificial es capaz de reducir esos tiempos drásticamente
El mundo empresarial lo tiene claro. Según una reciente encuesta a más de 4.500 directivos del área de tecnología en diferentes compañías, el 45% de las grandes empresas y el 29% de las pymes ya han adoptado la Inteligencia Artificial para securizar sus negocios. Se trata de una tendencia alcista que los individuos también debemos adoptar para securizar nuestra vida digital.
Los malos también usan la Inteligencia Artificial
Pero, ojo, hay que tener en cuenta que no solo las empresas de ciberseguridad nos servimos de las tecnologías más punteras para defender a la sociedad. Los cibercriminales, que a veces tienen más presupuesto que algunos países en ciberdefensa, utilizan las técnicas de aprendizaje automático y aprendizaje profundo para llevar a cabo sus ciberataques.
Su ‘trabajo’ es cada vez más sofisticado y les permite llevar a cabo ataques más rápidos, mejor dirigidos y más destructivos.
Por esta misma razón, debemos contar con medidas de seguridad basadas en el Machine Learning que analizan los ataques y aprenden sobre la marcha para defendernos de ellos. La tecnología es tan efectiva que, no sólo reduce el margen de tiempo para la detección de amenazas, incluso se anticipa a ataques que no se han producido todavía.
El grave riesgo al que se enfrentan las empresas
Los grupos organizados de ciberdelincuentes saben que, en la era digital, la información es el activo más valioso que tienen las empresas en la economía digital. Especialmente en los tiempos de post pandemia, en los que una gran parte de la población sigue teletrabajando, las bandas de hackers han encontrado miles de ‘puertas de acceso’ a las empresas por medio de las personas que descuidan su ciberseguridad.
Por esta razón, los métodos de seguridad ‘tradicional’ se han quedado obsoletos, ya que los ciberdelincuentes han encontrado una inmensa “ventana de oportunidad del malware”. Los métodos tradicionales de antivirus y firewalls han sido ampliamente superados por los hackers con amenazas tan avanzadas que no nos queda más remedio que contar con sistemas de protección que estén, como mínimo, a la altura de los ataques que van a recibir.
Cuanto antes se detecte el ataque, mejor
En este contexto, la velocidad es la clave. Los sistemas de ciberseguridad basados en la Inteligencia Artificial hacen que de forma sencilla los ataques sean repelidos en cuestión de segundos. De este modo, cuando los hackers detectan que nuestros dispositivos son difíciles de penetrar, se dirigirán hacia objetivos más sencillos. El papel de la Inteligencia Artificial aquí es primordial, pues hace de forma automática cientos o miles de comprobaciones que a una persona le tomarían horas o incluso días de trabajo para poder anticiparse a las amenazas y agujeros de seguridad.
La inteligencia artificial (IA) es la base de la lucha contra el cibercrimen actual. El uso de tecnologías cognitivas mejora la detección de amenazas, acorta los tiempos de respuesta para defenderse y perfecciona las técnicas para distinguir entre intentos reales de sobrepasar el perímetro de seguridad de tu empresa e incidentes que se pueden ignorar por carecer de riesgo.