Google ha decidido revisar las medidas de seguridad de su asistente de voz
Siguiendo los pasos de Apple y Amazon, Google ha decidido revisar las medidas de seguridad de su asistente de voz para evitar el almacenamiento y la transcripción inapropiados de los audios grabados. La revisión llega unos meses después de que el gigante tecnológico detuviera (momentáneamente) el tratamiento de mensajes de voz por operadores humanos; una medida tomada después de que se hiciera público que una de las empresas subcontratadas estaba filtrando fragmentos de conversaciones de sus clientes en neerlandés.
La compañía ha explicado en una entrada de su blog que la revisión humana se va a reanudar, pero que habrá más opciones para el control de los datos por parte de los usuarios. A partir de ahora se pedirá al cliente que revise sus parámetros de configuración siempre que sus dispositivos estén incluidos en el programa ‘Actividad de Voz y Audio’, que en ocasiones envía grabaciones para su revisión alegando un proceso de mejora del servicio.
“Creemos que debes ser capaz de entender fácilmente cómo se utilizan sus datos y por qué, para que puedas tomar las decisiones adecuadas”, explica el post. “Recientemente se hablado mucho de nuestro procedimiento por el que los expertos en idiomas pueden escuchar y transcribir datos de audio del asistente de Google, para ayudar a mejorar la tecnología en diferentes idiomas. Está claro que no hemos estado a la altura de nuestras altas exigencias para facilitarte la comprensión de cómo se utilizan tus datos, y pedimos disculpas”.
Además de añadir más mensajes e información sobre la configuración de la actividad de voz y audio, Google afirma que ha tomado medidas para mejorar los filtros que detectan y eliminan inmediatamente las grabaciones erróneas, es decir, aquellas que se crean cuando un altavoz inteligente se activa de manera accidental. Estas grabaciones erróneas pueden capturar audios aún más sensibles, ya que los usuarios no son conscientes de estar siendo grabados. En este sentido Google también afirma que pronto lanzará una función que permita a los clientes modular la intensidad necesaria para activar los dispositivos del Asistente de Google, una mejora concebida para adaptar el dispositivo al ruido ambiental.
Por otro lado la empresa afirma que antes de finales de año actualizarán las políticas generales de su asistente para “reducir enormemente” la cantidad de datos de voz que almacena la empresa. Google eliminará la “mayoría” de los datos de audio que tengan más de unos pocos meses de antigüedad. “Uno de los principios por los que nos esforzamos es minimizar la cantidad de datos que almacenamos, y lo estamos aplicando también al Asistente de Google”, se puede leer en la misma entrada.
Las empresas se adaptan
Los principales desarrolladores de asistentes inteligentes afirman que los fragmentos de audio que guardan y envían para revisión son completamente anónimos y que menos del uno por ciento de las interacciones totales con los asistentes inteligentes son revisadas por una persona. Sin embargo muchos usuarios de altavoces inteligentes consideran que no han sido suficientemente informados del tratamiento que se ha dado a sus datos. En particular muchos clientes de Amazon, Google o Microsoft desconocían que sus audios podían acabar siendo revisados por otras personas.
Unas semanas después de que Google detuviera la revisión de fragmentos de voz, Apple siguió su ejemplo. Aunque con el lanzamiento de iOS 13, la empresa está reanudando la práctica, a partir de ahora todos los revisores son empleados de Apple y ya no externaliza el servicio. Y en el nuevo sistema operativo móvil la retención de grabación de audio de Siri está ahora desactivada por defecto.
Amazon sea quizás la plataforma que ha recibido el mayor escrutinio, tanto por su proceso de revisión de audio de Alexa como por sus políticas de almacenamiento de fragmentos. Ahora ofrece a los usuarios la opción de no compartir clips de audio para su transcripción. La compañía lanzó un ‘Alexa Privacy Hub’ en mayo para gestionar la privacidad y añadió el comando de voz ‘Alexa, borra todo lo que he dicho hoy’, poco después.
Microsoft, por su parte, anunció a finales de agosto que ya no utiliza la revisión humana de fragmentos de audio para la función de traducción de Skype o Cortana en Xbox. De manera similar Facebook dijo que detendría este proceso para Messenger, aunque poco después matizó que la transcripción humana se había utilizado para el hardware de Portal.