El pasado 2021 fue un gran año para las criptomonedas. Las más populares -como Bitcoin, Ethereum y Dogecoin- vivieron un periodo positivo que comenzó con un boom impulsado por plataformas como Reddit en enero. Eso provocó que muchas criptodivisas alcanzasen nuevos máximos, atrayendo la atención de muchos nuevos usuarios, que no estaban familiarizados con el sector anteriormente. El problema es que las criptomonedas son imprevisibles; continúa siendo un mercado increíblemente volátil, con escasas regulaciones aún. Además, la llegada de tantos neófitos ha atraído a los estafadores que han comenzado a preparar trampas para engañar a víctimas potenciales y sacar partido. Estos son algunos de los más notables:
Tokens de Squid Game
Fue una de las estafas más publicitadas del año. En cuestión de semanas, un token basado en la popular serie de Netflix, Squid Game, pasó de valer un puñado de dólares a casi 3.000, impulsado por noticias aparecidas en los medios de comunicación. CNBC, Forbes, Business Insider y muchos otros publicaron titulares en los que destacaban el nombre y el constante aumento del valor de la divisa. Sin embargo, hubo motivos de alarma desde el principio. De entrada, los creadores de la criptomoneda no tenían ninguna autoridad para utilizar la marca Squid Game y las personas que invirtieron en el token se quejaron enseguida de que no podían vender lo que habían comprado.
No era casualidad, la estafa se había diseñado de esa manera: los creadores del token Squid Game habían creado un mecanismo antiventa en su criptomoneda. Ahora bien, ese mecanismo no bloqueaba a todo el mundo, en realidad se trataba de una organización diseñada para volcar todo el dinero en unas pocas cuentas, dejando a los usuarios con las pérdidas. Y la cobertura mediática que recibió Squid Game token provocó la llegada de muchos usuarios que perdieron su inversión.
Falsas notas de prensa
En 2020 la tendencia había sido la aparición de falsos tuits sobre criptodivisas a través de una supuesta cuenta de Elon Musk, en los que impulsaba algún nuevo memecoin o esquema ponzi. En 2021 el mismo sistema fue empleado con falsos comunicados de prensa: a lo largo del año aparecieron varios documentos afirmando que grandes actores del comercio iban a aceptar ciertas criptodivisas alternativas. Falsas informaciones que fueron difundidas por algunos medios de comunicación. Así, los precios subieron repentinamente con la noticia para después volver a bajar en picado, una vez que las empresas negaron las informaciones. El resultado es que en ese espacio de tiempo los organizadores de la estafa consiguieron un rápido beneficio.
Hackeo de Poly Network
Durante el verano, un hacker descubrió un fallo en la plataforma financiera descentralizada Poly Network, lo que le permitió transferir más de 600 millones de dólares a su cuenta. Sin embargo, con un botín de ese tamaño probablemente habría sido difícil desaparecer, así que en las semanas siguientes, el pirata informático se puso en contacto con Poly Network y afirmó que siempre había tenido la intención de devolver el dinero. Poly Network le siguió el juego, incluso refiriéndose al hacker como ‘Sombrero Blanco’, un guiño al término que describe a un hacker ético que trata de exponer los fallos de seguridad para que puedan ser corregidos antes de que aparezcan los criminales.
Al final, el hacker acabó transfiriendo la mayor parte de los fondos de la criptomoneda a la plataforma. Eso le permitió librarse de cualquier posible repercusión por robo y Poly Network le ofreció una recompensa de 500.000 dólares.
Estafa Africrypt
Dos hermanos, Raees y Ameer Cajee, dirigían una empresa de inversión en Bitcoin desde Sudáfrica llamada Africrypt. Ambos desaparecieron, junto con todas las criptomonedas de sus inversores. En abril de 2021, los Cajee afirmaron que su empresa había sido hackeada y que todas las cuentas de sus clientes habían sido comprometidas, sin embargo, la historia fue rápidamente desmontada y los inversores señalaron a los Cajees como culpables. Los abogados que representan a los inversores estiman que los hermanos habían robado una cantidad cercana a los 3.600 millones de dólares. Eso lo convertiría en el mayor robo de criptomonedas hasta la fecha, aunque la cifra exacta se desconoce. Los inversores de Africrypt se han agrupado y han estado trabajando para recuperar sus fondos.