Por desgracia, y pese a las estrictas medidas de confinamiento que hemos vivido esta primavera, este verano están volviendo a aflorar los casos de coronavirus y las muertes causadas por él en España. Desde la mayor parte de los Gobiernos de todo el globo se asegura que la principal solución a esta pandemia es la distancia social y las medidas higiénicas. Sin embargo, cada vez se habla menos del caso de Corea del Sur y su lucha contra la Covid-19 también por medio de la tecnología.
Cabe recordar que el Ejecutivo surcoreano desarrolló dos apps móviles con las que hacer el seguimiento de sus síntomas a personas que potencialmente podrían estar infectadas de Covid-19. Estas soluciones tecnológicas unidas a una serie de medidas sanitarias y preventivas llevaron al país asiático a ser uno de los que más drásticamente frenó el avance del coronavirus.
La primera de las apps desarrolladas por Corea del Sur es de uso obligatorio entre quienes lleguen al país. Todo visitante al país debe responder diariamente a un cuestionario sobre si tiene o no síntomas;.
La otra aplicación es de descarga voluntaria y sirve para alertar a funcionarios públicos de que alguien que está en cuarentena por posible contagio sale de su zona de aislamiento.
Se trata de medidas controvertidas a ojos de quienes vivimos en Occidente, donde la privacidad de los dispositivos de cada persona se percibe de una manera mucho más celosa. Por esta razón, en Panda Security hemos hecho una encuesta a más de 1.500 personas para saber su grado de interés ante una hipotética aplicación móvil que monitorizase la evolución del coronavirus entre los ciudadanos de España.
La principal conclusión que hemos sacado es que la sociedad desconfía sobre el uso que daría el Gobierno a una solución tecnológica para controlar la evolución del coronavirus.
En concreto, sólo el 19% de los encuestados piensa que los datos que genera el Gobierno se utilizan exclusivamente con el fin de luchar contra la enfermedad. Por su parte, el 35% de la sociedad afirma que, además de darles un uso contra la enfermedad, aprovecha para obtener cierta información personal sobre los ciudadanos.
Quizás sea por ello que uno de cada tres españoles jamás se instalaría una aplicación de este estilo en su móvil. Asimismo, cerca de la mitad de los encuestados por Panda Security no se descargaría una app de este estilo hasta que otras personas lo hicieran para, así, asegurarse de que el uso que las autoridades estuvieran haciendo de sus datos fuera el correcto.
Sea como fuere, los españoles no confían especialmente en la tecnología. De todos los encuestados, sólo uno de cada diez cree que el uso de una app para monitorizar la evolución del coronavirus y sus síntomas en la población es una solución óptima.
Sin embargo, casi la mitad de los españoles considera que el uso de un test masivo para la sociedad es la mejor opción. No obstante, uno de cada tres no tiene claro cuál es la mejor forma de controlar la evolución de la epidemia. Este segmento de la sociedad considera que un híbirdo entre las soluciones tecnológicas y las medidas biológicas es algo sensato.
Ellas confían más en el Gobierno que ellos
Sociológicamente, las mujeres confían más en el uso que da el Gobierno de nuestros datos que los hombres. Porcentualmente, las mujeres tienden a creer menos que los hombres que el Estado aprovecha los datos para otros fines. De hecho, también confían más en que el único uso que se va a dar a los datos va ser exclusivamente para controlar la pandemia.
Por edades , los que más desconfían de lo que hace el Ejecutivo con sus datos personales son los jóvenes. La mitad de las personas que no cree que el Estado vaya a dar un uso correcto de su información tiene una edad comprendida entre los 18 y los 34 años.
En definitiva, la sociedad no se fía ciegamente de los Estados, y cuanto más jóvenes son las personas, su nivel de confianza es menor. “El problema de confianza de la sociedad reside en que la gran mayoría de las aplicaciones que se han generado durante estos meses para monitorizar la evolución del coronavirus vulnera gravemente el derecho a la protección de la información privada de millones de personas. Es cierto que estas herramientas tratan datos desestructurados, pero si se sabes observar el ‘Big Data’, es relativamente fácil monitorizar la vida de una persona o de un conjunto de ellas. Para que en Occidente podamos poner todo el conocimiento tecnológico y digital para combatir esta pandemia, es imperativo que se dé un consenso entre las empresas TIC con los Gobiernos”, advierte Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.