Los teléfonos modernos y los servicios de streaming han evolucionado en paralelo, hasta llegar a un punto en el que tu smartphone es capaz de reproducir contenido de alta calidad en la palma de tu mano a tiempo real, algo impensable hace sólo un par de décadas. Los servicios de streaming, como YouTube, Netflix o Spotify, han ido adaptándose a las nuevas tendencias de visionado, pero esa generalización de la transmisión de vídeo en HD y de la transmisión de audio a alta velocidad significa también unos niveles de consumo de datos móviles nunca vistos hasta ahora.
¿Cuántos datos móviles consumen los servicios de streaming?
Streaming de audio
Aunque algunas plataformas de audio ofrecen música en streaming super-HQ (alta calidad superior) la mayoría de los servicios que encontrarás utilizan las mismas tres categorías: baja, normal y alta. Y la mayoría asigna las mismas tasas de bits por segundo para definir cada una: el nivel bajo es, normalmente, de 96kb por segundo, lo que significa que, de promedio, la transmisión de audio consume 0,72 MB cada minuto de reproducción o 43,2 MB por hora. La calidad normal se sitúa en 160kbps, lo que implica la transmisión de música a 1,20 MB de datos por minuto o 72 MB por hora. Por último la música de alta calidad es de 320kbps (2,40 MB por minuto o 115,2 MB por hora).
La mayoría de los servicios, incluidos Google Play Music y Spotify, siguen estos parámetros por defecto. Es cierto que la mayoría de los servicios ofrecen un servicio de streaming que se ajusta automáticamente en función de las condiciones de tu red y la velocidad del teléfono, así que la calidad de la reproducción puede saltar entre las diferentes categorías si estás en movimiento. Además, algunos proveedores utilizan tasas de bits de menor calidad en sus categorías.
Streaming video
Evidentemente el streaming de vídeo consume muchos más datos que el audio. Por eso las condiciones de tu red juegan un papel aún más importante en cómo se transmite ese contenido multimedia. Antes, era habitual tener que esperar a que el vídeo se almacenase en el búfer de datos pero, afortunadamente, las aplicaciones han evolucionado hasta enviar secuencias de vídeos que funcionan en tiempo real con las velocidades de red disponibles. El almacenamiento en búfer es, en general, cosa del pasado.
Un vídeo de baja calidad (240p o 320p por segundo) consume unos 300 MB de datos por hora, y en SD (definición simple, alrededor de 480) se va a 700 MB. La calidad de vídeo alta es aún más variable, puede ir desde 720pps hasta 2K (recuerda que la aplicación se ajusta en función de la conexión); a grandes rasgos se puede estimar que consume 900 MB por hora a 720p, 1,5 GB a 1080p y 3 GB a 2K. Por último está el máximo nivel, 4K UHD que utiliza hasta 7,2 GB por hora de reproducción.
Utiliza redes Wi-FI siempre que puedas
La transmisión por secuencias de medios HD consume una gran cantidad de datos, por eso siempre recomendable utilizar una red Wi-Fi segura para retransmitir contenido multimedia de alta calidad. Además del ahorro de datos, la red inalámbrica también supone una señal más robusta que significará menos degradación o compresión. Por otro lado, las compañías de Internet tienden a optimizar más los servicios inalámbricos que sus redes móviles. También puedes usar servicios que te permiten descargar o fijar tus archivos multimedia mientras estás conectado a la Wi-Fi y reproducirlos más tarde.