El titular resume una de las grandes preguntas que abre debate no sólo entre familias, sino también en centros educativos y empresas tecnológicas, entre otras. Todo el mundo quiere estar conectado y tener acceso a la red y cada vez son más los menores que se inician a edades más tempranas en cualquiera de sus usos. Un 36% de los niños empieza a usar dispositivos con acceso a internet a la edad de 3 años o menos. A los 6 años, un 62,3% ya se ha iniciado en su uso. Y antes de los 10 años, un 85,1% de niños ya están utilizando dispositivos con internet.
“El gran reto de las tecnológicas es hacer de Internet un entorno accesible sin brechas sociales de cualquier tipo y para cualquier persona. Pero, lo que es más importante, la dificultad está en garantizar que este espacio sea seguro”, matiza Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.
Varias redes y plataformas sociales han sido señaladas en numerosas ocasiones por albergar contenido inadecuado para menores y ser un foco de continuas estafas para colectivos vulnerables. TikTok ha sido objeto de críticas por permitir el acceso a contenido pornográfico, especialmente para menores de edad. Además de tener una política de privacidad laxa, en la que además se encuentran vacíos legales. De nuevo, son varias las voces que, a través de otras redes sociales, se hacen eco de la necesidad de implementar mejoras en la política de seguridad y políticas de control parental en la red social favorita de los más jóvenes.
Control parental ineficaz y contenido pornográfico a espuertas:
Un usuario ha puesto de manifiesto a través de Twitter lo fácil que es saltarse el control parental y acceder a contenido pornográfico a través de Tik Tok. Aunque la propia aplicación social no permita subir contenido sexual explícito, cibercriminales y otros actores saben cómo filtrar y promocionar este tipo de contenido para pasar los filtros de seguridad y de control parental.
Detallamos distintas maneras que se están llevando a cabo:
1. Uso de hashtags específicos con temáticas aparentemente generales y disuasorias
Los usuarios que quieren consumir contenido pornográfico, tal es el caso de los menores, –3 de cada 10 buscan pornografía como fuente de información sexual-, saben que existen métodos para alcanzar este objetivo. Basta con utilizar #youtubenaranja y #youtubeazul como ruta de acceso a este tipo de imágenes y vídeos. Ambos hashtags cuentan con un total de 121.3 millones de visualizaciones y 118 millones de visualizaciones respectivamente, y hacen referencia a Pornhub y a XXNX vídeos.
“TikTok no tiene todavía un sistema realmente efectivo de moderación de contenido que garantice que los videos inapropiados no sean recomendados a los usuarios más jóvenes. Es más, los proxenetas y difusores de este tipo de contenidos lo saben y las técnicas para filtrar en las redes sociales sus contenidos son cada vez más sofisticadas”, enfatiza Lambert, que además recalca: “Es imposible que los padres o tutores legales estén ‘despedazando’ cada post para verificar que su hijo no se está exponiendo a ningún ciberriesgo. No hay tiempo físico”, lamenta.
2. Acceso a TikTok desde la plataforma web y creación de subperfiles para saltarse el control parental
Se han reportado casos en los que menores cuyo dispositivo móvil tiene restringido ciertos usos en general y de apps por la función de control parental, optan por acceder, por ejemplo, a TikTok a través del formato web con el navegador oculto para crear otro perfil configurado como si se tratase de un usuario adulto.
3. Hilo de comentarios en vídeos de TikTok con enlaces de externo a páginas de contenido pornográfico
Todo comienza con un vídeo cuyo contenido es el prólogo de un clip pornográfico. No hay ninguna imagen explícita, pero en los comentarios se ha anclado un mensaje que contiene el enlace de un tutorial para poder visualizarlo entero.
La estrategia es sencilla: se deriva al usuario de un comentario a otro. Esto prosigue en una cadena de enlaces que se concatenan, saltando de un perfil a otro en TikTok, donde el ciberdelincuente sube un vídeo por perfil. Siguiendo paso a paso cada uno de estos posts y sus enlaces, la persona se está exponiéndose a cualquier tipo de ciberataques: “descarga de malwares, formularios para robar datos personales o contraseñas, acceso a la cámara del dispositivo y un largo etc.”, específica Lambert.
No solo el problema está en la ponografía: ciberestafas de miles de euros a menores, discursos de odio y apología de la violencia
Además del contenido pornográfico, los usuarios también pueden encontrarse con contenido violento, discurso de odio y peligros para la salud mental. A medida que los niños y jóvenes pasan cada vez más tiempo en TikTok, es importante que los padres y tutores supervisen su uso y estén atentos a cualquier señal de que su hijo está siendo expuesto a contenido inapropiado.
“Sin embargo, y tal y como ha quedado demostrado, esto no es suficiente. Tenemos que apelar a una mayor educación digital en términos de ciberseguridad. Queremos personas adultas y también a menores con mayor capacidad crítica, que puedan moverse por la red de manera autónoma siendo conscientes de los riesgos que ésta integra y de las herramientas que tienen a su alcance para no ser víctimas de estos ciberataques. Educación por bandera, todo lo demás son añadidos de valor”, reclama Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.
El ciberexperto subraya que lo preocupante está en la cantidad de información que se da mientras se sigue el rastro de enlaces para llegar a ese contenido. Se han podido ceder muchos datos sensibles y personales que podrían ser utilizados en su contra en técnicas de sextorsión y ciberestafas de grandes sumas económicas, “muchas de estas webs piden pagos por adelantado o para la visualización de contenidos premium”, explica.