La emergencia sanitaria ligada al COVID-19 ha puesto a prueba la capacidad de los operadores para resistir el aumento de la demanda, que viene ligado a la explosión de videoconferencias y del streaming. Los operadores de telecomunicaciones han tranquilizado a los usuarios asegurando que la infraestructura digital puede absorber el incremento de la demanda de conectividad. Además el Órgano de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas (ORECE), que asesora a la Comisión Europea, está monitorizando la evolución del tráfico en cada Estado miembro para poder responder a posibles problemas de capacidad.
Adicionalmente, para evitar posibles problemas las autoridades han pedido a las plataformas de descarga, como Netflix, Amazon Prime y YouTube, que ofrezcan definición estándar en vez alta calidad. En la misma línea, la Asociación Europea de grandes operadores de telecomunicaciones (ETNO), a la que pertenecen Telefónica, Orange, KPN o T-Mobile, entre otros, asegura que los proveedores están proporcionando a sus clientes una conexión de datos ampliada, en vista de las circunstancias excepcionales.
Cómo optimizar tu conexión
Pero además de las grandes decisiones sistémicas por parte de autoridades, operadores y plataformas de contenido, los usuarios también pueden realizar ciertos gestos para mejorar su conectividad a Internet:
1. Identifica el problema con análisis previos
Aislar el lugar donde se encuentra el problema te ayudará a solucionarlo. Si la conexión lenta sólo aparece en un dispositivo y el resto funciona correctamente, es probable que no se trate de un problema de conexión. En ese caso reinicia el equipo o realiza un análisis de malware con tu antivirus para comprobar que todo está bien. Si la lentitud se repite en todos equipos -PC, tablets, teléfono- entonces sí necesitarás revisar la conectividad.
2. Comprueba tu velocidad y compárala con tu contrato
Antes de realizar cualquier acción para ganar conexión, vale la pena hacer una prueba de velocidad. Utiliza webs como Speedtest.net para comprobar cuál es el funcionamiento real de tu red. Cuando lo hagas, asegúrate de detener toda descarga, streaming u otra actividad que ocupe ancho de banda, de manera que reduzcas al mínimo posibles interferencias en los resultados. Después compara las estadísticas con la velocidad que tienes contratada.
3. Reinicia el módem y router
Los ordenadores, los módems y los routers a veces pierden velocidad por estar saturados o sobrecargados por el uso. Este problema se puede arreglar con un simple reinicio. En cualquier caso, si no has reiniciado ni el router ni el módem en un tiempo, deberías hacerlo por precaución. Si los tienes en en una misma unidad -en un PC o portátil- sólo tienes que reiniciar ese dispositivo, pero hay otros muchos hogares en los que se trata de dos piezas de hardware diferentes. En ese caso ambos deben ser reiniciados manualmente.
4. Mejora la señal wifi
Es posible que la conexión a internet sea buena, pero que el Wi-Fi tenga problemas de señal. Es fácil que las dificultades de la red inalámbrica se confundan con problemas de conexión a Internet, ya que a día de hoy las conexiones inalámbricas son las más habituales. Hay bastantes razones que pueden explicara una mala señal de Wi-Fi: puede que un muro o puerta interfiera con las ondas o que el modem esté demasiado alejado. Si tienes una casa grande y necesitas una mejor cobertura de Wi-Fi, considera la posibilidad de obtener un sistema de repetidores con varias estaciones que puedas colocar en diferentes puntos.
5. Contacta con tu proveedor de servicios de Internet e informa del problema
Si has seguido todos estos pasos para solucionar tus problemas y ninguno ha funcionado, es probable que se trate de un problema que no pueda ser solucionado por el usuario. En tal caso es responsabilidad de tu proveedor de servicios de Internet reparar la conexión. Puede ser que haya un fallo en la línea de cable que da servicio a tu zona, por ejemplo, que necesita reparaciones en la infraestructura.