Cómo limpiar tu smartphone

Los smartphones se han convertido en parte integral de nuestro día a día. La primera acción cada mañana para más del 80% de personas es mirar el móvil, un movimiento que repetirán unas 160 veces en el transcurso de una jornada. Los llevamos con nosotros a todas partes y, tanto si eres cuidadoso como si no, es inevitable que acaben sufriendo el desgaste de un uso constante. Por eso un mantenimiento adecuado es tan importante para alargar su vida útil.

Restos de comida en la pantalla

Ya sea el café del desayuno o aceite de la ensalada, las manchas de comida en la pantalla suponen uno de los problemas más comunes. En ese caso necesitas secar las manchas con una servilleta lo más rápidamente posible, para evitar que se extienda y después limpiar para eliminar los restos. Para una limpieza total necesitas poner un poco de jabón, aplicado en una toalla o servilleta de tela limpia, para luego frotarla en la pantalla. No empapes el paño, pero mójalo para crear la suficiente espuma para limpiar el teléfono. No olvides desinfectar la pantalla después; en Amazon y Sephora, por ejemplo, puedes encontrar un montón de variedades de toallitas desinfectantes para móviles.

Polvo en el micrófono y en el altavoz

Los altavoces estéreo son una característica indispensable en cualquier teléfono inteligente, pero su popularización implica que los dispositivos son mucho más porosos de lo que solían. Antes de recorrer la parrilla del altavoz con una aguja, prueba a repasarlo con una pistola de aire comprimido o un compresor, para eliminar cualquier obstrucción. Si eso no funciona, significa que estás ante un material más duro. Con mucho cuidado, utiliza una aguja o una llave para sacar tarjetas SIM y eliminar cualquier obstáculo que obstruya el micro o altavoz.

Maquillaje en la pantalla

Aunque las llamadas de voz son cada vez menos frecuentes, cuando se realizan es habitual que los aceites de la piel y el maquillaje acaben en nuestras pantallas por el contacto con nuestra cara. Un repaso periódico con un limpiador en aerosol (que no contenga alcohol) y un paño son una buena solución. Para los desplazamientos hay un plan b, pero exige previsión: puedes llevar toallitas individuales para dispositivos en el bolso, especialmente concebidas para viajes. También se pueden comprar protectores de pantalla oleofóbicos para ayudar a frenar la atracción de la grasa y las huellas dactilares, pero la protección que ofrece se limita a pequeñas manchas.

La carcasa está sucia

Tanto si utilizas una carcasa de plástico como si posees una funda de tela, puedes prolongar su vida útil limpiándola de vez en cuando. Si tu carcasa ha perdido color, ponla a remojo en agua tibia y jabón y luego frota con un cepillo de dientes. Las cerdas ayudarán a ablandar la suciedad adherida a la superficie. Si las manchas son más resistentes (tinta o alimentos, por ejemplo) trata de limpiarlo con una toalla rociada con un poco de limpiador multiusos. Si ninguno de estos métodos funciona, también puedes intentar frotar la superficie con una bola de algodón empapada en alcohol. En cualquier caso, asegúrate de limpiar la funda y dejar que se seque antes de volver a colocar el smartphone en su interior. En las de tela, también puedes usar el cepillo de dientes. Asegúrate de rociar la carcasa con un desinfectante (casero o comprado) una vez que hayas terminado.

Suciedad en el puerto de carga

La carga inalámbrica se perfila como el futuro de los smartphones, pero aún no se ha generalizado. Hasta que eso ocurra tenemos que lidiar con cables deteriorados y puertos de carga sucios. Con el tiempo es inevitable que la pelusa, el polvo y otros residuos acaben por acumularse en los cargadores de nuestros dispositivos. Esto podría explicar por qué tu teléfono no siempre comienza a cargarse cuando lo conectas. Para los dispositivos un poco más viejos, equipados con microUSB, puede ser útil rociar el puerto con aire comprimido antes de hurgar con otro objeto. En general puedes utilizar un palillo o una herramienta para retirar tarjetas SIM para sacar lentamente la pelusa acumulada. Este método funciona tanto para los puertos Lightning de Apple como para los puertos USB-C de Android.