Comentarios racistas y antisemitas en YouTube acompañan la audiencia del Congreso sobre el odio en la Red
Una audiencia pública relativa a los discursos de odio en Internet que tuvo lugar en el Congreso de Estados Unidos acabó convirtiéndose en una demostración práctica de ese mismo problema. La retransmisión en directo en YouTube a principios del pasado abril de las sesiones parlamentarias para evaluar el impacto social de los mensajes negativos en redes fue bombardeada con comentarios racistas y antisemitas. La plataforma de vídeo tuvo que desactivar la sección de chat en vivo en tiempo real del vídeo unos 30 minutos después de que comenzase la audiencia debido a un aluvión de lo que denominó “comentarios cargados de odio (hateful comments)”.
El episodio se produjo mientras ejecutivos de Facebook Inc. y Alphabet Inc (subsidiaria de Google) comparecían ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes para responder a preguntas sobre el papel que sus empresas han desempeñado en el aumento de crímenes de odio y el auge del supremacismo blanco en Estados Unidos. También estuvieron en la sesión líderes de organizaciones de derechos humanos como la Liga contra la Difamación y la Sociedad de Justicia Equitativa.
Neil Potts, director de políticas públicas de Facebook, y Alexandria Walden, asesora de libertad de expresión y derechos humanos de Google, condenaron la propagación de los delitos motivados por el odio y defendieron las políticas de sus empresas alegando que ya está censurando el material que incita a la violencia o al odio. “No hay lugar para el terrorismo o el odio en Facebook”, afirmó Potts. “Eliminamos cualquier contenido que incite a la violencia”.
La audiencia fue convocada a raíz del tiroteo una la mezquita el pasado mes de marzo en Christchurch, Nueva Zelanda, que dejó un saldo de 50 fallecidos. El pistolero retransmitió en directo los ataques en Facebook y publicó un largo post en línea en el que hizo apología de las teorías y posiciones políticas de los supremacistas blancos.
Larga polémica
Pero la controversia sobre el nacionalismo blanco y la incitación al odio han perseguido durante años a plataformas en línea como Facebook y YouTube, propiedad Google. En 2017, después de los episodios de Charlottesville, Virginia, durante los que cuales un supremacista blanco arremetió con su coche contra una multitud de manifestantes, los gigantes de la tecnología comenzaron a prohibir cuentas de grupos extremistas y a los individuos que abrazaban las opiniones abiertamente racistas y que apoyaban la violencia. En marzo de este año, Facebook extendió su prohibición a los todos los nacionalistas blancos.
Sin embargo, las plataformas continúan teniendo problemas para ejercer ese control. Cuentas como Aryan Pride (Orgullo Ario) todavía estaban activas estas últimas semanas, a pesar de que violan claramente los parámetros de las redes sociales. Por otro lado, la audiencia en sede parlamentaria acabó convirtiéndose en una batalla dialéctica entre legisladores de los dos principales partidos norteamericanos. El miércoles, una subcomisión del Senado celebró una segunda audiencia relativa a las acusaciones de que compañías como Facebook, Google y Twitter Inc. están en contra de los conservadores, una acusación formulada por figuras políticas del presidente Trump. En ella las empresas negaron cualquier sesgo de este tipo.